Son estafadores, agentes de cobro, spammers telefónicos, entre otros. Estos números suelen ser alquilados por horas, días o semanas a diferentes empresas, y cualquiera puede contratar estos servicios. A menudo, ofrecen productos engañosos, inexistentes o simplemente buscan estafarte. En mi experiencia personal, me informaron que «debo a Vodafone» 124.34€… Sin embargo, siempre he estado con Movistar y Lowi. Nunca he tenido relación alguna con Vodafone, ni siquiera tengo amigos cercanos que estén con ellos; de cada cinco conocidos, solo uno es cliente de Vodafone.
Es vital que no caigan en sus engaños. Si detectas que es una estafa, puedes pasar un buen rato bromeando con el llamante. Grabarlo y compartirlo en redes sociales puede ser efectivo; la humillación pública parece ser lo único que les afecta. Por cierto, vivo en Canarias, no en Pozuelo de Alarcón donde aparentemente está ubicado el móvil desde el que llaman. ¡Hasta en eso resulta cómico! Mi consejo: diviértete con la llamada, y después bloquea el número. Nunca compartas ningún dato personal, ni siquiera tu nombre.