Me llamaron preguntando si soy el titular de las facturas de «OranJE». Al inquirir en dos ocasiones sobre la empresa a la que pertenecía la persona que llamaba, simplemente me colgó. El individuo tenía un acento sudamericano. Es increíble que llamen y luego cuelguen, y más aún a las 10 de la noche. ¡Deberían ser sancionados por estas prácticas!